Fotos: Mi cumpleaños número 10 en Papudo, 1983. Nótese la cara al tratar de romper la piñata (atrás mi hermana Ximena lista para agarrar todos los dulces). También nótese mi bronceado en la época en que no se usaba bloqueador solar, haciéndole honor a mi alias (actual) NEGRA.


"Conversando por ahí" acerca de los cumpleaños, tengo que decir que el mio es bastante raro por estar de cumpleaños en febrero (pleno verano, inicio de las vacaciones).

Hasta los 9 años no celebré ninguno más que con mis papás y con mi única hermana hasta ese entonces. Bastante fomeques, pero me salvaba de cualquier intento de "subirme al columpio" por parte de mis compañeros de cursos quienes sentían un descontrolado deseo de sacudirme por los aires cada vez que podían. Aquí me detengo para recordar que siempre fui la disputada para ir sobre la silla en el concurso de la "carrera de las sillas por el pasillo del colegio" (claro, era chica y flaca).

Volviendo a lo que estaba escribiendo, después siempre me tocaron cumpleaños celebrados con el vecino de turno de las vacaciones... Ah! siempre estaba mi tío Raúl que agarraba la guitarra y cantaba, en realidad terminaban los viejos cantando cualquier cosa (como "Resistiré" versión Dúo Dinámico, jajajaja).

Cuando cumplí 18 estábamos de vacaciones en Guanaqueros y lo celebré comiéndome las más ricas empanadas de machas que jamás haya probado en El Pequeño. Mis fuentes más cercanas me informaron que todavía existe y que las empanadas siguen siendo riquísimas.

Tengo fotos de mi cumple número 21, con unos compañeros de la U de mi ex, la amiga de la hermana chica, unos amigos de mis papás (gente casi desconocida para mí) y nuevamente con mi tío Raúl que ese año llevó a Lican Ray su radio (de radio aficionado) y nos entreteníamos mucho escuchando conversaciones ajenas y dando nuestra opinión de vez en cuando... Pucha! ya me dió pena: mi tío se murió hace 4 años cuando apenas tenía 50 años. Era acuariano igual que yo (es más, su cumple era el 5 de febrero) pero no sé por qué su cumpleaños pasaba piola.

Después, cuando entré al internado (último año de carrera) me tocó turno de obstetricia (que los odiaba) el 1 de febrero y cuando dieron las 12, mi amigo Felipe se encargó de que celebráramos ahí mismo. Yo tenía un televisor/radio multiuso como de 5 pulgadas donde veíamos tele en esas noches interminables. Así es que acompañados por el ruido de algún programa de TV celebramos. Mi compañera de turnos también cumplía, al igual que yo, el 2 de febrero y recibimos de regalo el cassette de Los Tres (Los Tres, que lo encontré recién junto a la colección de cassettes de la época). Bonito gesto de mi amigo, ese día cumplí 24.

Después tengo una nebulosa y lo único que recuerdo es que he trabajado ese día y el día después. Los siguientes fueron fomes y típicos: salidas a comer, salidas a comer, salidas a comer. El año pasado estuvo bueno: por primera vez invité a mis amigos (aunque no me crean, en serio). Fuimos a un pub y por primera vez, aunque no me crean recibí más de 2 regalos jajajajaja. Lo pasamos súper bien aunque un invitado por ahí, estaba en fase maníaca y acaparó toda la conversación. Sí, lo admito me gustó esa cosa de abrir regalos y muchos!!


Parece que sí soy materialista al fin y al cabo.

El cassette Ten estuvo en la radio de mi antiguo auto desde 1995. Lo había comprado para regalárselo a él. Obvio, se lo regalé para la segunda navidad que pasamos juntos. Era su joyita, lo guardó en su repisa mucho tiempo. Un día, el cassette desapareció y me inundé de rabia. Lo culpé por descuidado, permisivo, cobarde y un montón de cosas más porque sabíamos que el cassette lo había tomado su temible y terrible cuñado. Al poco tiempo, recuperó el cassette y me lo regaló.
Ahora tengo otro auto, él ya no está hace tiempo y el cassette sigue conmigo. Admito que no lo toqué en varios años. Black me partía el alma, la letra me la aprendí al tiro y en esos años me la creía demasiado (creía que todo dura para siempre...sólo promesas), después increiblemente me desgarraba y me identificaba.
Cuando supe ahora que venía Pearl Jam, estaba muy triste: mi amiga estaba gravemente enferma y temíamos que fuera la última vez que la viéramos en el viaje a Bolivia. Todo salió bien, mi amiga está curada de su enfermedad y por fin llegaba Pearl Jam.
Desempolvé mis cds, que en realidad eran los 2 últimos trabajos de la banda que aprendí a escuchar y admirar una vez sola y le dí con todo, escuchando el Ten. Ya Black ni Alive no me provocaban ganas de llorar ni sentimientos de soledad. Ahora los disfrutaba y podía por fin cantarlos en forma espontánea con mi mucho-mejor-fluido-inglés.

La producción personal no fue tan acabada. Me permití el lujito de comprarme la polera que dice Alive y partir ayer al estadio con mi amigo Felipe "Kung Foo", su sra y mi hermana la Peke (después de que el arrugón del Criko consideró que su enfermedad era demasiado para la banda). Para qué les voy a contar que hacía mucho frio, que corría viento, que estaba húmedo y que después más encima nos cayó de esa fina llovizna que te moja demasiado... Estábamos allí y escuchamos Black, la cantamos y la gritamos: Felipe con su sra. y yo con mi hermana, con los brazos arriba y no sentí pena sino que alegría por haber recibido una segunda oportunidad.

Son casi las 2 am y mañana tengo que levantarme a las 6:20, pero me da lo mismo. Vengo entrando hace unos minutos a mi casa después de haberme sentido más viva que nunca!
¡Qué sensación!: gritar a todo lo que te da la voz, cantar Black y Alive a todo lo que daba, sentir que tienes la cara mojada y helada y te da lo mismo...saltar, gritar, cantar, vivir.
Fue i-n-c-r-e-í-b-l-e y estuve allí para vivirlo ( no sólo yo, verdad?).
Después cuento los detalles, las anécdotas (casi me caigo como Juanga cuando estaban tocando Do the evolution) y lo que se me vaya viniendo a la mente.

Ahora, permítanme acostarme feliz y disfrutar del momento. Me lo merezco (no sólo yo, verdad?).



pd: por favor, alguno apiádese y vote por mí para tener aunque sea 1 voto (porque yo no voté por mi jijiji)

Como nadie ha comentado nada aún...les cuento:

No me pregunten por qué, porque aún no sé...decidí participar en el concurso de Miss Blogger 2005. Chelina, no te riai (ya sé que debes estar llorando de la risa en este minuto).
En fin, después de la competencia de natación del otro día, lo menos que podía hacer era participar: no prometo la paz mundial, no prometo ser hermanita de la caridad, no prometo nada!!!...La verdadera razón: quiero por fin conocer en persona a muchos de los que por aquí pasan y se toman la molestia de leer lo que escribo.


Aquí va el post de hoy en la mañana:
En el recorrido turístico que hicimos ayer, me detuve a pensar un segundo(sí, aunque tenía mucho calor y mis pies ya estaban hinchados).
...

En el Museo de Bellas Artes, está la exposición de Andy Warhol. No es muy extensa, pero es tan colorida que olvidas por un momento que afuera el día está hecho un horno.

...

Esta frase me mató, que era más o menos así: estoy obsesionado con la idea de mirarme al espejo y no ver nada...


Se acepta toda clase de opiniones porque a veces he pensado lo mismo.

Estos son los Ñoños. A mi derecha, mi hermana Ximena y en la foto de abajo, mi cuñado Poroto.
Como leyeron en mi post anterior, el sábado en la tarde fue la competencia de natación e inmediatamente después comenzaba la celebración del cumple de estos dos personajes...

El Poroto, no sé cómo nos aguanta.
Nuestra familia es exactamente todo lo contrario a la de él. Y no lo digo con ninguna mala intención, para mi mamá todo tiene que estar organizado y empezar a la hora, ojalá antes que se ponga el sol.
En fin, dicen que los hijos tratan de tener en su propia casa todo lo que no tuvieron en la de sus padres. Para empezar mi hermana vive en casa (nosotros hemos vivido en dpto. desde hace 1343 años), es suuuuper relajada y mi cuñado también. No tienen timbre, así es que tienes que confiar en que los perros te ladren y que ellos los escuchen o simplemente tienes que gritar.
El sábado fuimos recibidas con la canción de los Bochincheros, esa de "hola, hola, hola, cómo está la hinchada cumplidora, muy bien, gracias..."Obligadas a cantar, total era su cumpleaños...

Debo felicitar a mi hermana, como anfitriona es un siete!!. Su ponche de frutillas estaba espectacular y para qué decir la carne, el pollo, las "costishitas", se p-a-s-a-r-o-n...

Poroto, BIENVENIDO A MI GENERACIÓN: los 30 la llevan (dijo la picada jajaja)
Xi: Ya vendrán tiempos mejores!! Agradezcamos tener una familia que se reune: familia que toma unida, jamás será vencida jajajajaja

SALUD POR ESO!!!

Del viernes para el sábado dormí pésimo, me desperté como cinco veces y a las 9:30 decidí que ya no podía darme más vueltas en la cama. ¿Qué pasaría si me daba un guatazo?, ¿cómo iba a hacer las transiciones entre los estilos en el nado combinado, si nunca antes lo había hecho?,¿quién me había mandado a meterme en semejante lío? y toda clase de preguntas tontas.
Me sentía casi tan nerviosa como cuando fui a dar mi examen de especialidad. Sabía que estaba exagerando, pero tenía una sensación de piernitas de lana, de dolor de guata, angustia, todo eso revuelto.
Ya estaba ahí, a aperrar no más (además que me acordaba de todos los ánimos de todo el mundo, incluidos mis colegas y no tendría cara para decirles que me había arrepentido).
Me tocó la primera, primerísima carrera. Uf!, estaba parada allí, arriba del partidor, mirando el agua azul fíjamente. "Preparadas", "listas", pitazo, que sea lo que sea, cerré los ojos y caí adentro del agua. Mis lentes en su lugar, no se habían salido, estaba allí, ok. Ahora a nadar a todo lo que daba...muralla, vuelta, perfecta (el 50% de las veces me sale muy lejos y me quedo sin impulso). Vamos! me repetía yo, me estaba cansando. Los 100m más largos y sufridos de mi vida, terminé, llegué, lo logré!!!
El nado combinado vino rápidamente. Uf! recordar el orden establecido, el que se equivoca queda eliminado. Aquí el desafío eran los 25 m mariposa al principio y tener fuerzas para los 75 m restantes...salió bien.

Las medallas y eso, fueron la guinda de la torta. Vencer el miedo que tenía de tirarme del partidor es lo máximo. Sientes que en esos 2 segundos el mundo está en tus manos, nada te detiene, nadie te hace sufrir.
Nadie me detiene, nadie me hace sufrir.

Falta poquísimo para dos cosas importantes.

En 1999, después de meditar sobre la pérdida de tiempo y dinero que significaba para mí la incursión en el gimnasio, decidí ir a preguntar a ocho cuadras de mi casa cómo era la cosa de la piscina. Admito que tres años antes había tenido una miserable participación en las clases de natación que tuvimos en la U: apenas sabía nadar, el profesor me pegaba con un palo en los pies cuando los asomaba fuera del agua (último, ya lo sé), el nivel de cloremia era tan cercano al 100% que casi me vuelvo blanca (jajaja) y los camarines eran lo más cercano a lo que me imaginé vivieron los primeros cristianos perseguidos en la Antigua Roma. Salía tan pasada a cloro del agua, que más de alguna vez alguien hizo el comentario cerca mio, que se había quedado afuera el trapero del piso.
Retomé entonces mi escaso nado con poco entusiasmo, hasta que del grupo ultra novato me cambiaron al que seguía, que era algo así como un intermedio. Ahí llegó Alfredo, un joven ejecutivo que se las daba de bacán y experto nadador. No me daba cuenta que en la pista, le sacaba bastante distancia al hombre. Un día, mientras esperábamos la llegada del resto, me miró fijamente y me dijo: "algún día te voy a alcanzar, chica". Miren ustedes, me di cuenta que era "un diamante en bruto" (zaaaa) y que no lo hacía tan mal como antes.
De acuerdo a mi nuevo status alcanzado de "casi experta" según yo, me fui comprando todos los accesorios pertinentes: el traje de baño Speedo, los lentes, el gorro de silicona con dibujo taquillero (una piraña que decía BAD TO THE BONE), la naricera (un estorbo al final), las hawaianas Reef. Así estuve varios años, creyéndome el cuento más o menos.
Después tuve otro profesor que me hizo cambiar de opinión. Yo era ahí no más, no dominaba la técnica de ninguno de los tres estilos que sabía hasta ese momento pero me convenció que podía mejorar si le ponía empeño.
Desde el verano del año pasado, la Carola es nuestra entrenadora. Te da ánimo siempre, aunque haga frio, esté lloviendo, haga calor, estés medio deprimida. Siempre tiene alguna propuesta para que mejores lo que estás haciendo.
Puedo decir con orgullo que aprendí los cuatro estilos del nado(hasta piropos he recibido por mi mariposa), que tengo los mismos accesorios porque consideré que no merecía cambiarlos, creo que ya he sufrido parte de la metamorfosis y me salieron escamas y que


ESTE SÁBADO A LAS 18:30 HR TENGO MI PRIMERA COMPETENCIA Y QUE ESTOY MUERTA DE SUSTO!!!!


La otra cosa importante es el 22 de Noviembre a las 21:00 hr.

He vencido

El lobo esperaba a Caperucita
y Caperucita apareció.
He vencido la tentación,
siempre supe que debimos haber sido sólo amigos,
yo tenía razón.

He vencido finalmente,
me recuperé de la confusión,
recuperé la cordura perdida
y sólo el tiempo me dió la razón.

Unas semanas antes, no sé por qué empecé a pensar sobre qué se sentiría que te patearan (no había pasado por el trance ese). Raro, malditos pensamientos que se apoderaban de mí en los momentos menos oportunos.
Un año antes me había sorprendido pensando demasiado en armar panoramas con otra gente,yéndome tarde a la casa porque se me había pasado el tiempo conversando de cualquier cosa y lo que ya fue una señal de alerta roja máxima, fue que mientras me besaba yo miraba por la ventana como se alejaba la micro amarilla por la calle hacia la cordillera.
No hay peor ciego que el que no quiere ver. Pero así como estaba, estaba bien. Tenía compañía y era mi mejor amigo aparte de pololo. Ya habíamos recién cumplido ocho años juntos (por favor, que nadie se desmaye) y hacía rato que era hora de evolucionar nuestra relación. Yo no quería ver nada malo en lo nuestro, claro que yo no tenía ninguna intención de irme de la casa de mis padres para, según yo, ir a pasar penurias y más encima llevar el sustento al hogar.
¿No me daba cuenta que todo había terminado?, ¿que estábamos dando la hora hacía rato?.

A veces es demasiado difícil ser radical, es mejor seguir en lo que estabas. Total, estás acostumbrado, tienes tus típicas actividades de fin de semana, tienes historias para contar, tienes pareja estable para ir a los matrimonios de tus amigos, tienes con quién ir al cine y tienes con quién irte de vacaciones.

Una de las cosas que más extraño, esto es bien freak, es poner los pies ojalá descalzos debajo de las piernas de él cuando veía tele. Qué agradable!. Esa es la respuesta a tu pregunta, Nacho ,
eso es lo que no quiero olvidar nunca.

Lo otro, la pena que pasé después, la sensación de soledad y desamparo ya se fueron, lentamente. Mi alma hoy después de tanto tiempo se siente sanada, tanto que soy capaz de escribir estas líneas, sin que me corran las lágrimas sobretodo cuando pienso en esa noche de invierno.

Como el ave fénix renací de las cenizas y ya les he ido presentando a los que me acompañan por estos días, a los amigos que están lejos, a los hermanos queridos, a las amigas que están aquí al lado, sin ellos no habría podido seguir. Un besote a todos...SON LO MEJOR Y TAMPOCO LOS VOY A OLVIDAR.

(Esto no es una despedida ni mucho menos, esto es sólo el comienzo)...bienvenidos!