Primera parte
31 julio, 2005
Pensé en lo que había dicho el otro día, eso de que los periodistas nos odian. Con el correr del tiempo creo que algo de cierto tiene la frase. Según una profesora:todos nos tienen envidia y pensé, en ese momento, que ella exageraba.
La sociedad en general tiene una idea falsa de lo que es ser médico hoy en día, siglo XXI, país Chile, tercer mundo. No creo que nadie de mi generación piense que por el solo hecho de ser médico se te abren puertas o te hacen reverencias, cosa que debe haber ocurrido en otros tiempos. Somos gente común y corriente, con un título profesional, nada más que eso. Los menos son genios, algunos son normales y otros, hasta subnormales.
No sé por qué la gente piensa que por el solo hecho de ser médico, tenemos que saber de todo, tenemos que levantarnos a cualquier hora, tenemos que responder cualquier consulta, tenemos que ser siempre amables, tenemos que sonreirle a todos, tenemos que ser moralmente intachables. Reconozco que hay varios especímenes, colegas, que creen ser "diostores" pero son sólo algunos. Como en todas partes, creo yo.

Por eso entonces creo que toda la discusión se reduce al mercado, a lo que vende, ¿verdad?. Por supuesto que vende eso de "médico se fuga con niña de 11 años", "médico asesina a balazos a sus vecinos". ¿Por qué no se leen titulares como "psicólogo atropella a ...", "ingeniero roba..." Obviamente porque eso a nadie le interesa. Es claro que las personas no somos nuestra profesión, pensar así es ser infantil.

Creo que es lo mismo que pasa con los curas, pero la diferencia es que ellos sí hicieron votos diversos. Yo no he hecho votos de nada y el juramento hipocrático es simbólico. Es un bonito instante en tu ceremonia de graduación, donde te están mirando tus papás, donde te sacan lindas fotos, donde ves por última vez a muchos de tus compañeros. No es más que eso.

Mi profesión está sobrevalorada. Hacerlo bien significa estudiar tu tema, no ser mediocre en lo que haces todos los días, saber preguntar a quien sabe más que tú y tratar de cometer el mínimo de errores porque estos se pagan caros. Y caro no significa, la mayoría de las veces la vida de una persona, sino que significa mucho dinero. Suena frio lo que acabo de escribir pero es así. Todos los días nos cuidamos de que nuestras palabras no se tergiversen porque en el pasillo siempre anda algún abogado buscando su oportunidad o algún periodista listo para publicar su nota.

Esto me recuerda a una mala experiencia que tuvimos hace 2 ó 3 años... to be continued
divagaciones de eat-desserts a las 10:39 p. m. | 2 guiños
el desenlace
30 julio, 2005
Varias cosas quiero escribir ahora. La primera es que me parece el colmo del mal gusto que la propaganda se apodere de los blogs...¡cómo que poner propaganda de la tele aquí!, ¡qué me importa a mí, si estoy ocupando mi tiempo libre en postear y leer lo que otros escriben, es porque NO quiero ver tele!. Me siento invadida, pasada a llevar, casi engañada y MUY apestada...aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah.

Segundo, de la historia anterior obviamente no tiene un final interesante. Pasó que en el avión a Miami nos sentamos con uno de los japoneses, el que hablaba inglés, nos cagamos de hambre porque no daban nada y si querías tomar algo con OH, tenías que pagar "five dollars". Nos seguimos lamentando de nuestra mala suerte por este retraso en más de 24 horas a nuestras casas después de haber estado casi 3 meses afuera. Después en Miami, casi perdemos nuestro vuelo a Santiago porque encontraron nada más raro que los chilenitos vinieran con dos japoneses y nos revisaron enteros los de inmigración, casi me tuve que sacar la ropa porque traia casi 1000 dolares en billetes debajo de los pantalones y me quitaron mi notebook. A estas alturas, yo ya no quería más guerra y Miguel lo único que hacía era quejarse y despotricar en contra de los cubanos que trabajaban en el aeropuerto. Se agarró con una vieja de la línea aérea porque él insistía en hablarle en español y la vieja le decía en inglés que no le entendía. Si me decían algo, yo había planeado mirarlos con cara de pregunta y decirles que no lo conocía. Además el tipo (que había estado con nosotros en el TIC en Japón, o sea era nuestro vecino de habitación) se quejó todo el rato de que no lo dejaban dormir allá porque todas las noches hacían "fiestas" en la pieza de un vecino de piso... A nadie se le negaba la entrada a la pieza en cuestión, la famosa 936, y no eran fiestas exactamente. Nos juntábamos a conversar, a escuchar música tipo Níquel y los Redondos de Ricotta que había llevado Gerardo el uruguayo, a fumar los que fumaban, a tomar cerveza, ron o lo que fuera, también a intercambiar dichos de nuestros respectivos países. De Chile, lejos el que sacó más risas, fue el de "se le soltaron las trenzas".
Entonces, Miguel que se quejaba tanto, lo tenía casi bloqueado de mi cerebro a esa altura del viaje. Llegamos a Santiago, nos dijimos chao, te mando un mail y bla bla bla y cuando salí a buscar mis maletas, faltaba la más grande, la de los regalos, no venía, horror. La aduana me la pasé por ahí mismo, ni ahí con que venía con notebook, dos cámaras digitales y un cd player, yo quería mi maleta con mis cosas. Hice el reclamo y salí por la típica puerta donde está afuera la gente apiñada esperando, no veía a nadie que me esperara, pero de repente ví a mi hermano. Lo miré, le dije tímidamente HOLA y me puse a llorar, como no había llorado desde que era chica, con hipos, con frases atropelladas, con dolor de guata. Mi hermano no entendía nada de nada, deben haber pasado unos 45 segundos, callé y me di cuenta que estaba en casa de nuevo y que realmente la vida continúa, life goes on. Así de simple, que desde ese instante todo eso sería recuerdo.

Lo otro que quería escribir era comenzar el desafío planteado...Como la hora pasa, lo dejo para el próximo posteo, tal vez a la noche.
divagaciones de eat-desserts a las 3:20 p. m. | 0 guiños
para recordar
26 julio, 2005
Si alguna vez comienzo a sufrir pérdidas de memoria, ya sea transitoria o permanente, he pensado que debo escribir algunas cosas para recordar. Nada de extraordinario, cosas no más que me han pasado alguna vez. Esta historia he decidido postearla en inglés (en realidad hago trampa porque fue una tarea de hace algunas semanas) para practicar un poco la escritura. Aquí va:
October 27, 2003.
The airplane couldn't land in LA airport because of a big fire nearby.
We arrived in San Francisco: I was travelling with a Costarican friend and in this place we met another chilean guy. His name was Miguel.
We had to wait in queue for six hours to check in at the airline counter. We were very tired, worried and hungry. That day we didn't get an answer about our flight to Stgo.
The airline took us to a hotel near the airport. They told us we would be called when the LA airport was opened again. We couldn't sleep so we decided to go to the airport. While we were waiting for the bus, Miguel met two japanese who were travelling to Chile too. The japanese could talk immediatly with the attendants and they made the arrangements for our connection to Chile.
We had to fly to Miami (another long story) and then to Stgo.
I had to say goodbye to my costarican friend in San Francisco and I continued my trip with Miguel and the two japanese (one of them couldn't speak English nor Spanish). All of them were complete strangers to me at the begining but then...
divagaciones de eat-desserts a las 6:02 p. m. | 1 guiños
Quiero sentarme yo en la silla de vez en cuando
Hace unas horas me quejaba de que algo me pasaba y no sabía que. Me molestaba algo, como el aire, el día, no sé. Esas cosas que le pasan a todo el mundo, creo.
La piscina salvó, tanto que el Camilo me miraba con cara de "nuevamente perdiste la cuenta" cuando seguí nadando 50 metros más de lo que me habían dicho. Es que debajo del agua parece que el tiempo se detiene y todo se fragmenta. Sí, puedo separar el trabajo (el maldito proyecto), de la "vida en general". Pensar en que me quiero ir de vacaciones, pero no tengo plata; pensar en que tengo que hacer la tarea y no la he empezado; pensar en que quiero nadar en agua más caliente y ésta está tibia para helada no más. En fin, muchas ñoñerías y nada profundo.
Pero por esas cosas de la vida, en vez de empezar con mi tarea abrí el messenger. Quería saludar a mis hermanos y me encontré justo con los dos amigos que lo están pasando mal ahora.
No los he visto en persona, no nos hemos encontrado y es raro que yo vaya especialmente a buscar a alguien o me haga la invitada. Pensé que estaban sentidos conmigo, pero uf! pienso en ellos todo el tiempo.
Mi famosa silla de la catarsis, esa que nadie quería, es echada de menos y yo casi siempre estoy al lado para escuchar a todos los que se sientan ahi. Es raro, pero a veces me gustaría a mí sentarme en esa silla, pero ¿quién me va a mirar del otro lado, de dónde me siento yo habitualmente?.
La verdad es que yo no les digo nada extraordinario, sólo los escuho (el que quiere llorar tiene la ventaja que nadie lo nota, porque es demasiado piola su ubicación) pero algo debo tener para que varios y varias se quieran sentar allí y la verdad es que no lo he descubierto aún. Suena muy soberbio ahora que lo leo, pero "la caridad empieza por casa".
Uf! han pasado varias horas desde la tarde y me siento bien.
divagaciones de eat-desserts a las 2:07 a. m. | 0 guiños
24 julio, 2005

yupi!!!!!! parece que ha resultado.
divagaciones de eat-desserts a las 10:05 p. m. | 0 guiños
24 de julio, que nunca sea el como el día de la marmota.
Acabo de mirar la fecha que es hoy y me he dado cuenta que es el fin de la maldición. Me explico: en un capítulo de Sex and the City, Charlotte dice que te demoras la mitad del tiempo que duró tu relación en recuperarte o superarlo. En mi caso era patético porque ese tiempo era muy pero muy largo, pero finalmente se cumplió.
Siempre pensé y dije que estaba bien, nunca admití a los cuatros vientos que lo había pasado pésimo o que estaba muy triste. Siempre mentí, salvo al loco de Carlitos. Pero eso era hacer trampa, porque a lo más habíamos hablado por teléfono, o sea nunca fui capaz de dar la cara. Así soy yo la mayoría de las veces, una cobarde. No puedo sentarme al frente de alguien y llorar hasta que me da hipo, no puedo decirle que tengo pena. Pero no todo fue malo después de aquel 24 de julio, "re-conocí" a alguien que dejó expresarme al máximo, pero por eso mismo vió que yo no lo había superado todavia. Admito que esa vez lo pasé mal sólo unos días y rápidamente lo superé, tanto que ahora somos muy buenos amigos y nos vemos seguido.

Volviendo a lo anterior, fue tan violento el cambio que trajo aquella fria noche de invierno que renací completamente. Quedan muy pocas cosas de aquellos años, crecí a la fuerza de una. Uf! si recordar como era antes me da hasta vergüenza, maldita niña mimada.

Me alegro que hoy sea un día hermoso y soleado, nada que ver con aquel dia. Me quedan muchas cosas que hacer para terminar lo que había empezado, pero hoy tiene cara de que va a ser quiet.

Ah! la semana que pasó fue muy cómica (a propósito de " maldiciones"), apenas le dije a la Lore que este invierno estaba muy fome comparado con el del año pasado y que estaba al borde de la putrefacción de aburrida, comenzaron las cosas entretenidas...incluyendo el posible botín de 1500 o 750 dólares, jojojojo.
divagaciones de eat-desserts a las 3:17 p. m. | 0 guiños
The world is full of crashing bores
17 julio, 2005
Bueno, aqui una vez más como todos los domingos a esta hora. Ya hice mis labores domésticas como buena niña que soy (aunque más de alguien haya dudado acerca de este apelativo que no sé por qué me he ganado con los años, si tan buena no soy).
He visto películas hasta casi el vómito, la mayoría de acción. Han estado bien, nada sobresaliente pero entretenidas al fin.
Como estamos en economía de guerra he evitado salir de la casa, sobretodo al mall "a consumir". La cuenta regresiva para el dia de pago se acerca, para poder liberar todos mis deseos reprimidos como buena compradora que soy.
Para variar sufrí otro imprevisto el fin de semana, por no decir chascarro. He roto mis frenillos de la manera más ñoña posible, mascando una galleta de agua!!!!!!. Lo malo es que habia ido al dentista recién el jueves y ahora tendré que plastificarme mañana en la mañana para que me repare la parte quebrada. Por suerte mañana no tengo turno ni nada urgente que requiera mi presencia en el hospital.
Reflexión aparte, que dificil es darle consuelo a un amigo. ¿Por qué no tendré el don de la palabra?. Tengo dos amigos con familiares directos con cáncer, que ya han sido operados pero que la enfermedad vuelve a manifestarse. O sea, los pronósticos se ensombrecen, empeoran. Aunque esto lo vemos todos los días los tres, es distinto cuando la cosa atañe directamente a tu familia. ¿Qué decir? ¿que no decir?, no sé, no sé nada y por eso me siento insignificante....
divagaciones de eat-desserts a las 9:15 p. m. | 1 guiños
Vaya días!
10 julio, 2005
Vaya semana, para seguir con las reflexiones. Qué rara la sensación de que las cosas pasan tan lejos pero como que te sientes más vulnerable. Yo me preocupo todos los días por la falta de conciencia ecológica de este país. Todos los días me preocupo por traerme de vuelta las botellas de agua mineral para juntarlas y dejarlas en el contenedor amarillo del supermercado, pero a veces me siento tan ridícula haciendo esto porque el 99% de la basura no se recicla y no tenemos como hacerlo. Y yo con mis dos botellas diarias, creo que no salvo a nadie.
Gracias Hincha por leer mi mensaje. Voy a plagiarte tus palabras para la introducción de la clase del martes porque la parte escrita la hice hoy día con la clásica anécdota personal de que en vez de aterrizar en Los Angeles de vuelta de Tokyo, lo hice en San Francisco. Esta es una buena historia, pero es para contarla en persona. Se necesita ver mi exagerada gesticulación para encontrarla, por lo menos interesante. Me pasa algo con estas anécdotas y es que ya he dejado de sentir plancha por contarlas (porque eso implica decir que he viajado a Japón y puede parecer sobrado), al revés, ahora siento mucho orgullo de haber tenido esa gran oportunidad de haber atravesado el mundo y haber estado allá tanto tiempo, sin gastar un veinte.
Necesito sentirme admirada de vez en cuando, ahora se siente bien. Ya no me siento un bicho raro, ¡qué raro!
divagaciones de eat-desserts a las 12:16 a. m. | 1 guiños
Bizarro
04 julio, 2005
Esto es corto. Fue un fin de semana de contrastes, el viernes era el bingo de algunas ramas de deporte y no me gané nada. Miento, me gané una terrible tortícolis que recuerdo hasta estos momentos.
Después el sábado, fui a un raro cumpleaños donde no lo pasamos mal, pero quedamos con la sensación de que fue fome. Al llegar a mi casa y prender la tele, recordé que vivimos el caos de los nuevos canales, todo mal.
Y el domingo para rematarla, se me cayó el celular al water (que por suerte aún no había usado). Funcionó un rato y después murió la pantalla.
No aguanté y fui a comprarme otro. Al llegar a la casa, le pasé el celular ahogado a mi hermano y lo revivió. Así es que el cabro cuevudo se quedó con celular nuevo!!!
Esto llamo yo un fin de semana plop!, exijo una explicación.
divagaciones de eat-desserts a las 9:54 p. m. | 1 guiños
y