La encuestadora
30 enero, 2008
Estaba el domingo pasado en pleno sector 41/2 de Reñaca tomando solcito, leyendo de guata una revista cuando una encuestadora se le acercó a mi cuñado chico.

Paré la oreja y escuché que quería hacerle preguntas acerca de la prevención del VIH. Y comenzó con lo típico. La mujer, corpulenta y malhumorada, alzaba la voz cada vez que alguna respuesta no le parecía, sólo repitiendo a toda boca la respuesta (súper discreta la señora).

Ante la pregunta "¿ha visto la campaña del SIDA del Gobierno?", mi cuñado respondió que "no" y ella con su tono de voz amenazante le dice "¡cómo que no!, ¡la que daban por la tele!"...esa era la última pregunta. Después el ayudante de la gorda le regaló un condón al Pablo y yo no pude quedarme callada...

No va en mí confrontar a la gente, menos a la gente grande, gorda, con cara de poco-amiga pero esto me pareció incorrecto. Le dije que no debía estar induciendo las respuestas de la gente, que así no funcionan las encuestas (me escuchaba a mí misma y tenía ganas de callarme la boca pero no podía).
El ayudante de la encuestadora sólo asentía con la cabeza. Su mirada de odio me penetró pero atiné a decirle:

"Tómelo como un consejo, no tiene pa' que enojarse" y la señora siguió caminando hacia el próximo encuestado que, a juzgar por el día, lugar y hora, no tendría ninguna gana de contestar su encuesta.

¡Qué difícil! pero supongo que los estudiosos de las encuestas sabrán darle el valor justo en sus resultados...

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divagaciones de eat-desserts a las 9:41 p. m. | 6 guiños
El Pedro de Valdivia
22 enero, 2008
Me gusta mucho el cine y desde chica que soy asidua, es como mi paseo favorito:sola o acompañada siempre la paso bien.
El otro día andaba toda nostálgica acordándome de los años del colegio cuando leí que el cine Pedro de Valdivia había cerrado y que lo iban a rematar.
Yo soy del barrio, de Providencia y el Pedro de Valdivia y Las Lilas eran los primeros paseos que mi mamá nos dejaba ir solas porque era cerca. El Pedro de Valdivia quedaba a una micro (y en ese tiempo nos servían todas las que bajaban por Bilbao) y el Las Lilas a patita.

Aquí voy a tirar el carnet con alevosía. No recuerdo qué fue lo primero que vi allí pero fui a ver Los Cazafantasmas, Volver al Futuro I, Indiana Jones...con mi papá y con mi hermana. Éramos chicas y no vendían todavía pop corns, a lo más naranjitas bañadas en chocolate pero nunca fuimos buenas para comer adentro del cine. No faltaba el cabezón que me tapaba la pantalla por lo que siempre mi papá nos compraba en la punta de la fila. Lo más entretenido era que las entradas había que ir a comprarlas antes para tener una buena ubicación (daban el típico papelito enrollado con el número del asiento). En fin... recuerdo tres idas en grupo: Indiana Jones y la última cruzada con las chicas del colegio (que no son las traidoras del post anterior), Peggy Sue, su pasado la espera (cuando la Kathleen Turner era joven y Nicolas Cage tenía pelo propio) y Hamlet. Ésta última fue cuando estaba recién en primero de la U...y que nos acaparamos toda la fila del cine y la mitad se durmió toda la película.
Después vinieron los tiempos del Hoyts La Reina, donde podía ir en auto, estacionarme sin drama y elegir ahí mismo el asiento. Al principio no me gustaba, pero de a poco me fui acostumbrando sobretodo a la modalidad de tanta película en un lugar. La gente parece que también se fue acostumbrando y primero murió el Las Lilas y ahora el Pedro de Valdivia.
Lo último que vi ahí fue La Guerra de los Mundos...admito que no me causó ningún chiste pagar luca por el estacionamiento al aire libre y más encima era invierno, estaba oscuro y hacía frío. Nada que hacer, ahí mismo pensé que los días del cine de barrio estaban contados.

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divagaciones de eat-desserts a las 9:38 p. m. | 9 guiños
la guitarra
09 enero, 2008

Esto sucedió hace muchos años pero muchos años, cuando yo estaba en el colegio. En esa época no tenía buena suerte con mis amigas parece, no eran muy partners que digamos. La cosa es que en ese tiempo teníamos de asignatura, música y había que elegir una canción y un instrumento para una prueba.

Muchos años antes...

Jugando encontré un libro donde te enseñaban a tocar guitarra. Tenía las posturas fotografiadas en cada línea de la canción donde había que irlas cambiando. Mi mamá nos regaló una guitarra y como mi tío era "seco", nos dió lecciones básicas. Yo me obsesioné con el instrumento aquél, sobretodo con el libro y sus fotografías y practicaba muchas horas. Lo malo, es que las canciones con suerte eran de los años ´60 (la música popular en América Latina supuestamente). ¿Ya dije que la guitarra me sonaba como los mil demonios?


Volviendo a la historia...Ni idea cómo pero a una de ellas se le ocurrió que la guitarra era una buena opción. Yo tímidamente dije que sabía algunas posturas pero que los sostenidos no me sonaban o me sonaban pésimo. Recordé el dichoso libro con las fotos y mis compañeras dijeron que entonces era "papita pa'l loro" tocar cualquier canción con posturas fáciles.
No me acuerdo cómo elegimos el tema a tocar, pero fue una zamba argentina (¡la cuestión rancia!) y le sacaron fotocopias a mi libro y cada una a practicar en su casa.
Se acercaba el día de la calificación y no nos habíamos juntado a ensayar aún. La cosa es que la tarde previa nos juntamos y con horror comprobé que ellas no sabían tocar guitarra y yo esbozaba un sonido hórrido de la guitarra a pesar de que la canción tenía sólo una postura sostenida (un fa parece). Pensé que estábamos literalmente sonadas. Mis compañeras dijeron que con la cantada salvaríamos la nota.

Llegó el día D y la profesora de música pregunta si hay voluntarios...mi compañera levanta la mano y dijo "nosotras". Bajé adelante con la guitarra, las otras también y las jetonas empezaron a rasgar la guitarra SIN hacer ninguna postura!!!!!!!



What the Hell!! en un milisegundo pensé que debía continuar con la canción y tocarla bien...pero llegó la hora del fatal fa sostenido y por supuesto NO me sonó. Mis compañeros nos miraban atónitos...ni siquiera podían reirse ante tamaño espectáculo dantesco.
Fin de la canción. Silencio sepulcral.
La profesora estaba perpleja. Nos miró y ...pasó lo que pasa en las películas gringas: se mandó el tremendo speech acerca de "que lo importante era tratar y perservar y practicar...a pesar de que aún no salía y que era tremendamente valiente para salir adelante (claro, pensé...valiente para hacer el manso ridículo)"...le faltó aplaudir solamente y nos puso un 6.

Nos fuimos a sentar y nunca más NADIE habló del tema ni siquiera una talla, un comentario, nada... a veces pienso que soñé el episodio digno de ripley pero permítanme un comentario acerca de mis dos compañeras que se habían puesto de acuerdo para no tocar la guitarra y dejarme sola:
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¡MARICONAS!

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divagaciones de eat-desserts a las 6:38 p. m. | 11 guiños
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