El viernes mientras esperábamos con la Cony (mi hermana chica) el concierto de Placebo, presenciamos una escena que explica por qué este país es mediocre.
Nosotras sentadas en la banca (literalmente la misma donde se sientan los jugadores de fútbol) mirábamos pasar a la gente. La verdad es que pasó un chico con parka verde y bolso de género verde pero yo me focalicé en la cámara fotográfica que llevaba colgando al lado de su bolso. Mi hermana se fijó que a él se le cayó algo al suelo...parecía su credencial y él parecía un periodista o algo por el estilo. Yo al principio no quise creer que dejara caer su credencial porque se cayó demasiado fácil de su bolsillo (o sea, yo mínimo tendría un poco más de cuidado con mi credencial si es que estoy trabajando en cubrir el recital y si no lo estoy cubriendo, igual)...la cosa es que entre tanto dudar si era o no era la credencial, de que si una se paraba podíamos perder un espacio en la banca que decidimos primero verificar si había dejado caer algo importante o no. Empezamos a discutir de que si era un papel cualquiera y él mientras tanto se alejaba rápidamente de nuestra mira y si lo salíamos persiguiendo se podía pasar el medio rollo y bla bla bla...En eso, nos gana un tipo que estaba unos metros más al lado de nosotras y saltó a recoger la credencial que estaba en el suelo.
Nos quedamos observando y como se la entregó a una tipa que saltaba de alegría.
Pucha! era la credencial verdadera, qué tontas fuimos... A todo esto, vimos que el dueño regresaba al lugar con cara de urgido.
Mi hermana disimuladamente le empezó a hacer señas para que no nos vieran los otros ("los malos") pero el dueño no nos vió...mi hermana salió corriendo detrás de él y lo alcanzó. Yo sólo veía que el tipo asentía y ponía cara de aliviado.
Mi hermana le dijo que "esos" habían recogido su credencial y que la tenía en el bolsillo la chica de frenillos...
Vimos de lejos el diálogo y las caras de negación de los susodichos. El fotógrafo/periodista/lo que fuere, nos miraba y nosotras le hacíamos señas que él estaba en lo correcto y que esas personas le tenían su credencial. Fue imposible, no se la devolvieron. Nos miró con cara de "gracias pero cagué"...y nosotras nos sentimos podridas por no haber atinado a recogerla inmediatamente a penas la vimos tirada en el suelo.
Nos quedamos mirando un rato a ver si esas personas ponían cara de cargo de conciencia o algo así. Nada de nada...a los pocos minutos empezó a tocar Lucybell y ellos se fueron entremedio de la gente que estaba parada en la cancha...
Por largo rato les deseé que si alguna vez se les caía algo importante, nadie se los devolviera.
Así es la triste historia con final podrido...somos un bodrio de sociedad.
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