Mi testamento
21 enero, 2009
En estos días, tengo la misma sensación de cuando iba a viajar a Japón: que algo me puede pasar en cualquier segundo, desde caerme en un hoyo, chocar o que me atropellen. Creo que quedaré libre de toda sensación de peligro inminente cuando me desligue de mi obligaciones contractuales que tengo hasta el 31 de marzo.
En fin, quería declarar que nombro heredero de todos mis sentimientos y los escasos bienes materiales que poseo como mi TV nuevo, mi notebook y mi auto a Pedro. También le dejo mi croquera donde escribo mis más íntimos y locos pensamientos y mi colección de souvenirs de viajes lejanos que incluyen los mapas de distintos metros del mundo.
Sepan que si algo llegase a pasarme en las próximas semanas, fue producto de las mismísimas malas ondas que me mandaron, aunque tener una vida tranquila y una pega piola no tiene precio.

Nota: no me gustaban las clases de castellano de la básica ni las primeras clases de trigonometría de la media.
Pero todo lo que comienza, termina
FIN

pd: buen punto el notebook (Pedro ya tiene uno), así es que se lo delego a mi amiga ardilla gris para continuar las copuchas on line. Tendré que ver la forma ahora de conectarme a la "reds"
divagaciones de eat-desserts a las 6:29 p. m. | 4 guiños
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