Sigo parada en la orilla, veo mis pies con los dedos agarrados del borde, casi desesperados por no despegarse.
Me agacho, respiro lento y corto, me detengo, sigo mirando el agua.
Estiro los brazos y escondo la cabeza. Sin querer cierro los ojos, pero debo abrirlos porque debo partir al vacío.
Estiro los brazos ya en el aire pero sin querer, me enconjo y saco la cabeza.
¡Maldición, me volvió a salir mal!
Vuelvo al borde, miro hacia abajo. Pienso en lo que hago, aunque siga en el borde.
No quise asustar a nadie por si acaso con este post... ¡No ven la metáfora!, ¿o es que fui muy enredada para explicar lo que se siente al tirarse a la piscina desde el partidor de carreras?
Etiquetas: pseudopoesia
Buen chapuzón.-
Cuidate mucho.- Besos.-