Blade Runner, 1981
28 agosto, 2005


El género de la ciencia ficción es uno de mis favoritos. Blade Runner de Ridley Scott para mí es de culto. Lo siguiente que escribo fue con la colaboración de mi amigo "Rick Deckard" (obviamente protejo su verdadera identidad, sus amos no lo entenderían):

Los Angeles, año 2019, superpoblada, inhumana y constantemente sometida a la lluvia ácida. Rick Deckard (Harrison Ford) vive solo y es un detective duro (tipo Harry el sucio). Es escéptico, independiente, creo que alcohólico. La película está basada en la novela llamada "Sueñan los androides con ovejas eléctricas" de Phillip K. Dick. No la he leído pero dicen que tiene varias diferencias importantes con el guión. Una de éstas es la limitación de la vida de los Nexus-6 (el último modelito de robot androide hecho por la Tyrrel Corporation).

Los robots eran utilizados como esclavos fuera de la Tierra para realizar tareas peligrosas o desagradables para los humanos. Por supuesto, un grupo de cuatro androides se escapa y regresa a la Tierra para averiguar cuanto tiempo de "pila" le queda y si hay posibilidad de prolongarla.

Rick Deckard trabaja captando a los replicantes infiltrados. No hay que olvidar que el lema de la Tyrrel Corporation era "más humanos que los humanos" y se ve que los replicantes amaban la vida más que a cualquier cosa. Los humanos parece que han dejado de ser tan humanos y viven en un planeta que no tiene nada que envidiarle al mismísimo infierno (¿suena esto muy lejano?)

Toda la película juega con la ambigüedad humano/replicante de los personajes en que antes de conocerse el desenlace de la escena, puede ser cualquiera el replicante o el humano, ya que se van intercambiando la manera de proceder supuestamente robótica, como matar a sangre fría sin siquiera pestañar.

El personaje principal comienza a darse cuenta que hay muchas cualidades humanas en estos replicantes que persigue y que no se ven por ninguna parte en el resto de los humanos ni en él mismo. Aparece "la" replicante que está convencida que es la hija verdadera del dueño de la compañía y el maldito Deckard la saca de su error sin anestesia. Una escena dura y triste.

Deckard irá humanizándose por supuesto y no cuento más la película por si alguien no la ha visto.

La banda sonora: Vangelis, completamente recomendable.

Este fue un extracto de un relato que hizo mi amigo "Deckard" en un almuerzo largo que tuvimos hace algunos meses. He visto la película como 7 veces y aún le descubro cosas nuevas, símbolos, paralelos y lloro con la misma escena. Fue filmada hace 24 años y cada vez el paisaje se parece más al nuestro.
y