Retomo el tema que había dejado a medio terminar. Debo decir que todo se reduce a la falta de confianza que le tenemos al periodista en general (es algo así como "huyamos por la derecha", "lios gratis, no gracias). La mayoría de las noticias tienen una connotación negativa, sobretodo referentes a las "negligencias". Lo peligroso es que el nexo con la comunidad cada día lo veo más débil y vulnerable. Ya son varios los colegas que cuentan como las señoras patean las puertas de los boxes de atención, amenazan con "verlos a la salida" y otras cosas por el estilo.
Hablamos de la autocrítica y estoy de acuerdo, me incluyo en el tema. Pero veo que no va a mejorar nuestra imagen como médicos ante la gente si es que su opinión del sistema público de salud se basa en lo que lee en el diario o ve en la tele, en el noticiero central de cualquier canal (sobretodo Chilevision). Eso yo lo considero preocupante.
Escuché en la radio acerca de una encuesta donde la gente confunde el plan Auge con el Transantiago. Bueno, es cierto que ni siquiera yo puedo explicar exactamente los detalles del plan aquel, pero me parece grave que no se puedan exponer los puntos importantes, las cosas positivas, lo nuevo, en una forma entendible. No puede ser que la cosa sea tan enredada.
Los periodistas son poderosos, son tomados en cuenta. En este sentido, deberían ser "usados" para educar en forma efectiva a la población, cambiar hábitos y promover el autocuidado.Pero estoy soñando, eso no va a pasar. Eso no vende, eso no le interesa a nadie. Parece que lo que interesa es hacer un circo romano de quien sea, da lo mismo si al final era culpable, inocente o negligente.
Ahora me sorprendí el otro día al escuchar que no hay plata para contratar enfermeras, médicos y personal paramédico, pero que habían contratado a cinco periodistas. Plop!
Cuando averigüe que hacen, prometo que lo posteo.


Gracias por sus opiniones. Todo esto me ha servido de ejercicio para estructurar opiniones y pensamientos que tengo hace harto tiempo, pero que por cosas de la vida, no me había dedicado a "masticarlos".