Estoy muy contenta, crucen los dedos por mi, de que volveré a ver a mis amigos bolivianos. Esta foto de la derecha es de la última vez que nos vimos. Fue en marzo del 2004 en La Paz.
Nos conocimos en Japón, hace 2 años exactamente. Lisa es una de las personas más encantadoras que he conocido. Fue mi vecina de habitación, estaba al otro lado del pasillo y por sus rasgos japoneses yo pensé que era alguien de JICA. Ella es diseñadora de interiores y estaba haciendo un postgrado. Siempre andaba con otra chica igual de japonesa que ella (resultó ser Aki, en la foto de arriba, una venezonala que se quedó en Chile. Otra buena historia que después relato).
Las conocí el primer viernes que pasé en Japón, ambas chicas pasaban pidiendo plata para la "vaca" de la inigualable "fiesta latina". 500 yenes, o sea 5 dolares. Un mexicano que ya llevaba como 6 meses nos informó que las chicas "la llevaban" y que si queríamos carrete bueno, las siguiéramos ayudando a recolectar las vacas de los días viernes. Era muy divertido como pedían plata porque ponían cara de Hello Kitty atropellado y era inevitable no colaborar. En la despedida de Luis (su amigo argentino) lloraron tanto, con tanta pena, que me partieron el corazón.

Me estoy desviando del tema...Nos hicimos muy amigas rápidamente las tres. Fue algo instantáneo, hicimos click y yo, que no soy muy buena para engancharme con la gente, comencé a sentir verdadero cariño por las chicas. Compartimos muchas cosas en ese viaje y me adoptaron casi como hermana. Olvidaba también que nos apodaron "las brujas", no sé por qué jojojojo.
La salud de Lisa siempre pasó susto. Antes que yo llegara la habían operado de algo pequeño pero que le había significado visitar el hospital por un par de días y a las dos semanas de yo estar allá, le dió apendicitis y tuvieron que operarla. Recuerdo que fuimos todos a verla al hospital, hacíamos turnos para acompañarla, apenas salíamos de nuestro hospital corríamos al otro para darle ánimo. Después tuvo otros problemas de salud, todos menores pero molestos.
Lisa siempre se preocupó de todos nosotros, no tenía ninguna obligación de nada.Ella habla perfecto japonés y siempre nos acompañó a comprar, a buscar libros, datos, lo que fuera. Tiene un corazón gigante.
Ricardo, el otro boliviano lo conocí menos, llegó cuando yo llevaba 1 mes, pero se fue al tiro de viaje fuera de Tokyo y volvió 2 semanas antes de mi partida. No recuerdo el curso que fue a hacer, pero debió haber sido algo con el agua potable (en eso trabaja). Ricardo es de Santa Cruz y cuando nosotros fuimos a La Paz con Juan Pablo (el otro representante de estas tierras chilenas) él no dudó en agarrar el primer avión que encontró e ir a visitarnos.


Ahora el destino nuevamente está de nuestro lado, parece que nos junta de nuevo a todos (Aki incluida) en Santa Cruz en septiembre.
Olvidé mencionar que Lisa se casó con un japonés y vive ahora en Tokyo. Tuvo una bebé y viene a visitar a sus padres a Bolivia. Aki se enamoró de un chileno (Juan Pablo) y ahora vive aquí, a un par de cuadras de mi casa.
Así es que repito, crucen los dedos para que todo resulte ya que el destino se ha portado bien hasta ahora, para juntarnos ya sea con una o con la otra "bruja". Ahora sería la primera vez desde Japón que nos volveríamos a juntar nuevamente todas "las brujas".