Hace 2 años no tuve 18 de agosto. Partí desde Santiago un domingo 17 a las 21:00 hr y aparecí en el aeropuerto de Narita un martes 19 a las 16:00 y no había volado 48 hr.

Qué extraño recordar aquéllo. Ya lo he repetido hasta el cansancio que fue el viaje de mi vida. No sólo por viajar hasta el otro lado del mundo sino porque mi percepción de la vida cambió.

Ahora sí que repetiría esos días con mucho gusto, pero no se puede. Sólo nos queda encontrarnos en el mail y con los menos, en el messenger. Sólo con dos, en mi casa o en la de ellos.

Fueron mi familia durante casi 3 meses, mis mejores amigos, mis compañeros algunos. Todos llorábamos desconsoladamente el día en que nos despedimos, sabíamos que muchos no nos volveríamos a ver nunca más. Dudo que vuelva a ver a Kim, el coreano que aparece en esta foto o a Alex (que nos llevábamos como el perro y el gato. Creo que la chica me odia).

Puse esta foto porque es del viaje que hicimos a Sendai. Sí, el lugar del terremoto de ayer. El lugar donde se desplomó el techo de la piscina temperada sobre no sé cuanta gente (la pesadilla más recurrente que tengo después de la que se me caen los dientes). Y la simpática vestimenta se llama yukata y es un pijama. Les confieso que no pude dormir con eso, me enredaba en mi misma como arrollado de marisco. Asi es que quedó sólo para la posteridad retratado aquí.