En la conversación, que extrañamente no puede ser informal (no sé por qué) surge el nombre de un tercero que muchísimos años atrás era uno de sus inseparables amigos. Algo así como el Rat Pack de pacotilla. Toda "pandilla" termina enredada cuando el 50% de sus integrantes se separa y la otra mitad queda compartiendo forzadamente con un 25% de ésta o sea yo.
En concreto, al saber que la mitad volvió a la ciudad después de tres años sin vernos le mandé un mail y ¡oh, sorpresa! me lo respondió. Quedan fijar la hora y coordenadas del encuentro. Veamos qué resulta de todo este enredo donde inevitablemente se revuelve el pasado y el 25% restante de la pandilla va a salir a colación.
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Un besote, Vale.