A veces me siento profundamente desmotivada con una parte de mi trabajo. Es raro porque objetivamente tengo todo lo materialmente posible: oficina con ventana, computador, internet, mi música, un buen microscopio, etc. Incluso la ruta para llegar es agradable: poco taco, me voy por Quilín e imagino que estoy en otra ciudad, más rural, con árboles y la montaña al lado.
Me siento a veces atosigada, controlada, vigilada, coartada. Siento que la pega en sí es fome, poco transcendente, con poco feedback. Me siento atrapada en una vía irreversible que no sé como podría abandonar. En realidad, prefiero no abandonar porque me da tranquilidad económica y me permite vivir pensando en otras cosas como por ejemplo, administrar mi tiempo, tomar clases de francés, salir de compras, viajar, etc.
Es un dilema que me tiene intranquila. Cada mañana que tengo que ir para allá trato de ir con mi mejor ánimo, pero al cruzar aquella puerta me envuelve una nube "del mal" que me hace querer salir corriendo. No me concentro, me siento inútil a ratos y el día se me hace eterno.
Ya sé que son fases por las que he pasado antes. Incluso cuando "caí" en el ofrecimiento de irme con más horario para allá anduve mal (aquí algo de eso) ...ahora espero que esto se acabe, es decir esta sensación rara, de malestar general que tengo...
No sé cómo podría hacerlo ni espero que alguien me lo diga. Lo sé, estas cosas se resuelven solas y no todas las variables dependen de mí. ¿Una bomba atómica sería la solución?
Etiquetas: nota mental
Cuídate.-