Tengo un vacío con mis entradas a conciertos masivos. Alguien una vez dijo que algunas de sus cosas "se le habían quemado en el incendio", es decir, que se las quedó tu ex.


- Phill Collins: long long time ago. Uno de los primeros recitales en vivo a los que fui.

- U2: Pop Mart, ¡qué privilegio!. Cuando vinieron ahora en febrero, en la FMHit pedían la entrada del 98 y te regalaban una entrada a éste. Como ya las teníamos compradas, nos dió lata pegarnos el pique a la radio... y ¡nadie llegó con la entrada!

- Jethro Tull: ¿en qué diablos estaba pensando?. Fui con el Criko y la pasamos bien entre medio de los viejos-gordos-pelados-hippies-piteros.

- Norah Jones: fui sola y hacía frío. Ahí sentí la imperiosa necesidad de que alguien me abrazara.

- Lenny Kravitz: nunca digas nunca jamás. Gritaba contagiada por la masa, seguido de un ataque de risa por estar en esa situación. Al otro día, afónica.

- Morrissey: nos vomitaron al lado. También hacía mucho frío pero valió la pena. No vi a Mars Volta porque llegamos tarde y en ese tiempo no los conocía.

- Placebo: fuimos atacados por el colon-recto-sigmoides-ano del de adelante. Demostramos que el par de chicas petizas aguantan y saltan como pulgas.

- Pearl Jam: casi con la lágrima asomada. Escuchamos un recital en vivo entero trasmitido por la Rock and Pop en el estacionamiento del estadio.

- Oasis: sola como un dedo.

- Power music en Viña: sorprendida por Ciro Pertussi, el vocalista de Attaque 77. La masa nos atrapó con Los Miserables.

- U2, Vertigo Tour: tantas anécdotas incluyendo las papas fritas que le tiraron a la Cony, la encontrada de casualidad con la Chelina y tantos sentimientos encontrados.

- Los Tres: como si nunca se hubieran separado.

- La Yein Fonda: misión cumplida.

- Urban Festival: Black eyed peas muy entretenido. En primera fila en The Bravery, nunca antes visto por mí.

El resto se me quemó en el incendio y lo siento tanto, como tan gila de no haberme quedado yo con los tickets: Los Fabulosos Cadillacs como tres veces, INXS el original, Los Tres la despedida...



Les sirve de experiencia...no dejen cosas en el incendio, si quieren después las botan.

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A propósito de un post por ahí en que participé en forma indirecta y que hoy justo en la radio tocaban una canción noventera de Madonna, me acordé de algo.


Tiempos mozos, inocentes, en que caminaba paveando por los pasillos de la U y en que habitualmente me encontraba con un montón de gente de distintos cursos. Fue así como de a poco llegamos a formar un entretenido grupo que se juntaba a ver películas.

La cita era en la casa de Rodrigo quien vivía a unas 5 cuadras de la U, por ahí por Independencia. Era hijo único y tenía la tremenda casa. El video club quedaba a unas 2 cuadras de ahí. Los viernes entonces, la idea era juntarse en la entrada de la facultad para ir a arrendar algo. Por esos años no había mucha oferta así es que vi toda clase de películas clase B: las de Stallone, las Puerta al Infierno, los Warlock, un montón de películas policiales. Claro, el grupo era mayoría hombres, así es que las comedias románticas estaban vetadas.

Funcionó esta modalidad harto tiempo, incluso aguantamos Enero, cuando estábamos dando exámenes. Como éramos de distintos cursos, a veces nos juntábamos sólo a intercambiar materiales, tips, comida y después la película de rigor.

A la vuelta, yo me venía sola en micro desde Independencia... a veces tarde en la noche y no me importaba. Nada de complicaciones ni pensar en asaltos ni nada. Sólo el juntarnos la semana siguiente en algún pasillo por ahí, de "manera casual".

Algunos viernes pasábamos de largo. La función rotativa si empezaba tipo 8 de la tarde podía alargarse hasta las 4 de la mañana fácilmente. Hay películas que ni me acuerdo que las vi, como una donde salía Demi Moore como de 20 años y que tenía de guagua al mismísimo anticristo. La dormité todo el rato y después tenía el descaro de opinar.

Todo lo que comienza tiene su final. Después las distancias y el trajín propio de cada agenda se apoderó de nosotros y creo, nunca más nos juntamos. De aquella gente, paradójicamente veo bien seguido a alguien de ese grupo, pero creo que ni recuerda de aquellas noches de cine y si lo hace, no le dan ganas de comentar. Es que la vida dió muchas vueltas, como si nos hubieran tirado a la chuña a cada uno.


¿Por qué Madonna me hizo acordar de esto?...porque el dueño de casa era fanático y hasta se sabía la coreografía de Vogue (de moda por esos años)...Me pregunto, ¿qué será de su vida?

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Hoy fue un día particularmente fome. De esos en que me dan ganas de tirarme debajo del escritorio a dormir o simplemente desaparecer o fugarme.
Como estábamos solas con la Lore, que estaba también aburrida, me tomó esta foto justo "laborando".

Veamos algunos puntos de la foto.
Esto será como al estilo Juan Carlos. Ésta es nuestra oficina (en Peñalolein o Pencalolén como también le dicen)

1. Pantalla con la página de Gmail abierta, en vez de la del programa de trabajo. Debatíamos un importante tema del Club de Lulú.

2. A las 3 de la tarde, cero maquillaje, palidez extrema, ojeras apotéosicas y un ojo más cerrado que el otro.

3. La foto que me regalaron (de a de veritas, no bajada ni nada) de Massú y Gonzalez en La Moneda.

4. El resto de mi panel de fotos: mi hermana, mi hermano, con mis dos hermanas, mi amiga y su guagua, yo en la piscina, etc

5. Ahí dice "oficina"

6. El santo brebaje (agüita no más).

7. "la pega".

Notas mentales:

El viernes pasado, en una convivencia organizada por el club donde hago natación, me entregaron un premio. El premio a la perseverancia.

Vaya. En realidad me sorprende porque a pesar de haber vivido sus buenos años, todavía no me doy cuenta de muchas acciones que realizo y su impacto. No me había dado cuenta que la gente me ve como perseverante. Dos días antes, me llaman desde el otro laboratorio y me dicen "tú chica, que eres tan el que la sigue la consigue, arréglanos esto"; "siempre te quedas hasta que te resulta", etc. En otras palabras soy media obsesiva pero tengo la convicción de que siempre por algún lado encontraré la solución.

La vez que me compré el Ipod fue así. Por esas cosas de la vida, la porquería no era reconocida por mi notebook, tampoco por el computador de mis papás, o sea no tocaba nada de nada (como para tirarme desde el balcón). En un milisegundo me pasé la película de que había arrojado por la ventana mi plata (era mi regalo de navidad de yo para mí), pero tenía que dejarlo sonando ese día. Por supuesto, me gané primeramente el clásico dolor de cabeza seguido por la desesperación. Después de dos horas accedí a llamar por teléfono y preguntar como resolver el problema. No me ayudaron tanto, pero me dieron ánimo para seguir. Mágicamente se me ocurrió bajar el programa, instalarlo y ejecutarlo. Resultó, claro que había gastado casi 6 horas, ya era de madrugada y tenía que levantarme como 4 horas después. Valió la pena, lástima que no tenía a nadie a quien abrazar o simplemente gritarle en la cara "NO ME LA GANÓ".

Así soy en general, trato de que no me la gane...lástima que a veces me he topado con gente que cree que eso es competencia y la envidia la he sentido más seguido de lo que tolero.

Nota mental: ¿dónde consigo un escudo?

El domingo fui a la Feria del Libro, a última hora como casi todo el mundo que estaba ahí obviamente. Fui sola porque la Cony no me pudo acompañar como otras veces.
Interesante experiencia, ya que me pude dar vueltas como trompo, hacer zig zag desde un lado a otro de los pasillos y como tengo esa habilidad de escabullirme entre la gente, me sumergí en los stands de libros disimuladamente.

Encontré un libro de cuentos de Julio Cortázar a un módico precio, que pretendo ir leyendo de a poco. Sus cuentos me parecen muy intrigantes y entretenidos, así es que vale la pena el tiempo invertido.


Entre medio, vi que había mucha gente haciendo cola para que le firmaran sus libros. Me sorprendí a mí misma mirando fijamente, casi sin respirar, por un largo rato a Pablo Simonetti. Fue tanto lo que lo "admiraba" que parece que él se dio cuenta porque me miró y alejé instantáneamente mi mirada y me corrí de su vista mejor. Nunca he leido nada de él, pero permítanme decir que es un desperdicio que sea gay. El tipo es un churrazo.
Al lado estaba Roberto Ampuero, al que no le dí mayor atención.

Ya después de dos horas de mirar, leer varias cosas, cai en el libro de la foto. Claro, primero vi el cartel de 20% de descuento y después "la guía de los expertos de SEX AND THE CITY", después el título "¿De verdad está tan loco por ti?". Lei un par de páginas y lo encontré bastante entretenido.

Ya de vuelta en el metro, con el Ipod sonando, iba leyendo el primer capítulo y es muy cómico. Dice muchas verdades: "debe tener miedo de que le hagan daño otra vez, "puede que no quiera arruinar nuestra amistad", "lo que pasa es que acaba de salir de otra relación"... y un montón de otras frases que me sonaban familiares y que hemos usado para justificar que no nos pescan ni en bajada. De repente dando carcajadas en el vagón, me di cuenta que estaba llegando a la estación Tobalaba y me tenia que cambiar de tren.

Así me encontré con mi mamá y me preguntó qué había comprado y yo la muy cínica le dije: "sólo un libro de cuentos de Cortázar".

Bueno, cuando termine el "¿De verdad está tan loco por ti?" cuento qué aprendí o mejor dicho, qué leí que ya sabía.

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y, otra vez, con el ala a sus cristales
jugando llamarán;
pero aquéllas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, aun más hermosas,
sus flores se abrirán;
pero aquéllas, cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño
tal vez despertará;
pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate:
¡así no te querrán!


Recuerdo cuando me hicieron leer este poema en el colegio. Hasta me lo tuve que aprender, pero ahora sólo recordaba "volverán las oscuras golondrinas". Nunca entendí nada de lo que Becquer había querido decir.
Ahora que lo leo, lo veo tan claro. Estaba picado con la tipa que seguramente lo pateó, lo dejó o qué sé yo. ¡Qué resentido!. Si la vida es así, de dulce y agraz. Otra frase que nunca antes había entendido. ¿Qué era el agraz?. En fin, dulce y amargo.
Ahora, claro que es fácil leerlo. A los niños no los deberían hacer leer esto. Sus palabras son poco comunes y lejanas pero ahora que lo releo, mil años después lo veo instantáneamente.
¡Qué bonito! pero en el fondo no es nada de bonito que te digan "no te van a querer así como te quise yo...siempre te faltará algo. ". Se podrán repetir situaciones ideales pero así como eran antes, nunca más.

Becquer y sus líneas.
¡Protesto contra Becquer y su rabia!

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