Hoy espero que la luna sea más grande y redonda que ayer. Miro mientras alumbra el cielo estrellado y escucho un murmullo armónico a mi lado, canta bonito y fuerte.
Refresca un poco, mis brazos se ponen helados.
La luna me gusta, me hace pensar.
Siempre espero que al otro día se vea mejor que la noche anterior. A veces, sí sucede...¿será esta noche, esa noche?
La noche refresca en vez de entibiar. La brisa se cuela por mi espalda mientras escucho voces y risas. A veces no escucho lo que suena, a veces sí. Pongo atención, escucho claro y fuerte. No me puedo esconder.
Siento frío en vez de calor. ¡Qué rara sensación!
La calefacción prendida, la conversación avanza.
A veces la luna se esconde para mí y debo llamarla para que salga.
Como la luna no escucha, aprendo que tiene sus ciclos. Aunque la llame, no aparecerá cuando yo quiera.
La luna alumbra y acompaña al cielo estrellado,
la luna saldrá esta noche, pero más grande y redonda.
El aire tibio volverá, nuevas sombras se formarán.
Llamaré a la luna, llamaré al calor.
La brisa helada se irá, ¡aunque haya que prender la calefacción!
Aún siento frío, ¡qué rara sensación!
Me gustan mucho las noches de luna llena. Me dan un poquito de pena también. Qué onda con la luna?.
Como siempre un gusto compartir contigo. Me habría gustado mucho quedarme un rato más (era noche de luna llena), pero no me sentía del todo bien.
Un abrazo.