Me he preguntado no sólo hoy por las cosas que hubieran pasado si se me ocurre hacer algo distinto en el momento preciso. Me he salvado de varias y me han pasado otras cuantas también.

Y si no se me ocurre venderle números de mi rifa a mi amigo Rodrigo, quien me comenzó a agarrar para la broma delante de todos sus compañeros, no habría salido al paso un defensor, con el que entablé una larga relación a partir de esa rifa. Fue el único de ese grupo que me compró el número.

Y si esa tarde veraniega, en que estábamos celebrando en la piscina que habíamos ido a nuestro último día de internado, mis amigos no me dicen que llene toda la plantilla de postulación a las becas, no habría elegido anatomía patológica (especialidad que me llena completamente, me hace feliz, me estimula a tratar de ser cada día mejor para no hacer informes que no le sirvan a nadie).


Y si el día que viajé a Talca a negociar mi cambio de destino para pagar mi beca (algo así como trabajos forzados a la comunidad), el verdadero director de Salud no viaja y me recibe, tal vez nos habríamos casado y separado o sería multimillonaria (admito que ésta me costó, no sé bien que habría pasado porque vivir en provincia no es algo que me emocione).

Y si mis colegas y Daniel no me sugieren e insisten en que postulara al curso en Japón a pesar que ya había postulado al curso en Houston, me habría quedado sin nada porque el sobre con todos los papeles (incluyendo la traducción legalizada de mis títulos) nunca llegó a Houston ni a ninguna parte.

Y si ese día frío y fome no me hubiera quedado navegando, no habría llegado a un blog llamado Mañana Será otro día, no habría visto un comment de un tal El Hincha que decía que había escrito algo de Antuco, no habría ido a leer ese post (el mejor que he leido en blogs) ni me habría quedado flotando en Blogolandia.

Y si no se me ocurre leer entero el perfil y ver que decía msn, no lo habría agregado de contacto y nunca habría leído otros blogs, no habría tratado de hacer el mío mejor ni habría liberado el impulso para escribir libremente, que tenía bien escondido.

Y si no rebota el mail que me mandó la Clau para que votara por mr Blogger, no me habría agregado a msn ni nos hubiéramos conocido en la puerta del Parque Intercomunal.
Yo creo que ni siquiera habría ido a ese asado.

Y si no se me ocurre, no sé por qué, decirle a El Hincha de que quería conocer a la Daniela porque me gustaban sus comments en su blog (y él responde “deseo concedido”), no habría encontrado a otra buena amiga. Vaya, vaya…me estoy dando cuenta que hay una persona culpable de muchas cosas.


Agua Fría (A. Henríquez)

Amaba a una mujer y no amaba a otra
el dolor quema la sangre y seca el alma
amor sincero y cartas de rubí
hoy duermen siesta las voces que escribí.

¿Hemos de enterrar toda esta belleza?
el antiguo fulgurar que había en su cabeza
me hizo recordar las estrellas
me obligó a quemar las fotos de ella.

Hoy sólo eres como el agua fría
no hay calor no hay sangre
no hay vida

Yo voy a enterrar toda esta maleza
no quiero que viva ni siquiera en mi cabeza
Yo voy a enterrar toda esta maleza
no quiero que viva ni siquiera en mi maleta

Ya no hay joyas ni perlas y no hay luz
el sol vive en mi pecho y es azul.