Escucho en estos momentos uno de mis tesoros musicales, orgullosamente comprado en gringolandia, mi cd de Pearl Jam, el último. ¿Qué tiene Eddie Vedder que me transporta instantáneamente a un mundo mejor e ideal?. No sé, tal vez su voz. En todo caso, es bastante mérito el que su música me haga sentir mejor.
Debía el relato de Boston. No sé cómo describirla, es una de las ciudades más bellas y elegantes que he visitado (aunque no he visitado tantas ciudades tampoco). Es una ciudad de la que los gringos se deben sentir orgullosos, tanta historia, tanta pulcritud y orden. Sólo estuve tres días allí, visitando sólo el downtown y Cambridge donde está la Universidad de Harvard. Sólo me llevo la impresión de una visita rápida, pero aún así, valió la pena.
Vuelvo a subirle el volumen a mi canción, me sigue cantando Eddie Vedder y su voz desgarradora, me recuerda que ya estoy en mi casa de vuelta, que el tiempo de soñar y descansar se ha acabado y que, cada vez que vuelvo me envuelve la nostalgia, la pena, la rabia que se mezclan con los recuerdos de una buenas vacaciones... Definitivamente necesito sol y horario de verano.
Un beso.-
P.D: Cuando lei Eddie, pense que hablabas de aquel negro con proprciones cheristicas.